Mucuchíes
El perro mucuchíes es bastante desconocido en Europa y Asia, pero realmente icónico en determinados lugares. Tal es el caso de Venezuela, donde es la raza canina más emblemática y es considerada la raza de perro nacional. Y esto no es por azar, ya que existen razones históricas para dicha consideración.
El mucuchíes es un perro cariñoso y muy atento. Vive por y para su familia, puesto que es sumamente protector, algo que viene dado por la larga tradición del mucuchíes como perro de vigilancia.
Tamaño:Grande.
Altura:45-55.
Peso adulto:25-45.
Esperanza de vida:12-14.
Actividad física recomendada:Alta.
Ideal para:Niños,Casas,Senderismo,Pastor y Vigilancia.
Tipo de pelo:Largo,Liso,Duro y Grueso.
El perro mucuchíes es originario de Venezuela y se le otorga al veterinario Wilender Ferrari la autoría de los cruces que dieron lugar a la primera camada de mucuchíes. Esta raza tiene una ascendencia de renombre, con razas como el mastín español, el mastín del Pirineo o el aïdi en su línea genealógica. Y no es de extrañar, pues se dice que el mucuchíes surge del cruces entre perros llevados a Venezuela por los colonos para ejercer como perros guardianes y pastores por el siglo XV-XVI.
Sin embargo, no es su genética la que hace famoso al perro mucuchíes, y es que uno de estos canes acompañaba a Simón Bolívar, tras serle entregado como regalo, en sus campañas, llegando a salvarle la vida. Esto hizo que la raza se proclamase como raza de la nación, expandiéndose a pasos agigantados por toda Venezuela. En 1961 se creó un club oficial de la raza, que fue declarada como raza oficial de Venezuela en el año 1964.
El perro mucuchíes es de gran tamaño, con una altura a la cruz comprendida entre los 55 y los 71 centímetros y un peso de entre 33 y 50 kilogramos en los ejemplares macho y de entre 30 y 37 en las hembras.
Estos canes tienen un cuerpo fuerte y robusto, de una constitución atlética, de manera que resultan realmente imponentes. Son de proporciones equilibradas, de extremidades sólidas pero ágiles, normalmente presentan un doble espolón en las patas traseras y uno simple en las delanteras, así como una cola larga que está recubierta por un denso y abundante pelaje. El pelaje es lanoso, con dos variedades: liso y ondulado, aunque siempre es un pelo duro, largo y muy denso.
La cabeza es alargada, de un tamaño generoso y con un pronunciado hocico que acaba en una trufa siempre negra. Las orejas, de tamaño mediano, suelen caer a los lados de su cabeza, presentan una forma triangular, pero con puntas redondeadas, manteniendo las líneas suaves y redondeadas en toda su constitución. Sus ojos, oblicuos y muy expresivos, presentan un color pardo y una mirada tremendamente dulce.
Los colores registrados para la raza mucuchíes son:
–blanco puro sólido monocolor.
–blanco manchado de color miel en diferentes tonalidades.
–blanco con manchas negras.
Sin embargo, colores como el negro de manchas blancas, las manchas de colores grises o rojas son consideradas como no deseables, siendo catalogadas como defecto al evaluar el estándar de raza de cada ejemplar.
El perro mucuchíes es tranquilo por naturaleza desde su etapa de cachorro. Así, aunque le guste el juego y las atenciones no es nada inquieto, es obediente y muy dormilón, poco nervioso en sus primeros meses. Eso sí, ya desde pequeño comienza a notarse su arraigado instinto guardián, reaccionando con desconfianza e incluso con agresividad ante el contacto con extraños.
Por ello, en razas como el mucuchíes, tradicionalmente dedicadas a la vigilancia, se recomienda realizar una socialización exhaustiva cuando son aún cachorros. Esto evita que sean excesivamente desconfiados y que puedan reaccionar agresivamente ante aquellos que consideren como extraños, cuando quizás se trate de visitas como amigos o familiares.
El temperamento de un perro mucuchíes se caracteriza por ser fuerte pero equilibrado. Es decir, estos perros suelen tener un carácter decidido y carecen de miedo o cobardía, pero a la vez son muy inteligentes, activos, nobles y dóciles.oble y dócil.
Aunque son muy desconfiados con los desconocidos, son extremadamente cariñosos y afectuosos con su familia y con sus seres queridos. Ejercen como protectores de todos ellos, de manera que no les importa jugarse la vida en pos de salvar a quienes quieren. Así mismo, se han destacado sus dotes como perro niñera, pues con los pequeños son atentos y muy pacientes.
Pese a las bondades de la raza, hay que destacar que se trata de un perro que necesita espacio, tanto interior como exterior, por ello no es aconsejable mantenerlo en un piso o apartamento pequeño. Necesita realizar abundante actividad diaria, ya que se pone muy inquieto y nervioso si lleva una vida sedentaria.
Cuidar a un mucuchíes no es tarea difícil, pues no se trata de una raza muy exigente en cuanto a cuidados. En realidad, es una raza tremendamente agradecida también en este ámbito. Quizás el aspecto que más atención requiere es el del ejercicio diario, ya que es un perro que necesita mantenerse activo mediante paseos y juegos. Le encanta correr, por lo que suele necesitar amplios espacios abiertos para poder hacerlo de forma libre y segura, lejos de peligros como carreteras, coches o trenes.
En relación con el punto anterior, otro de los cuidados del mucuchíes a tener en cuenta es el enriquecimiento ambiental en el hogar. Al ser un perro activo, es fundamental ofrecerle juguetes variados y practicar juegos de inteligencia en casa.
Por otra parte, el pelaje del perro mucuchíes no requiere demasiadas atenciones. Si bien es cierto que necesita ser cepillado varias veces a la semana dadas sus características, pues es denso y largo, si se hace regularmente no es una tarea que demande demasiado tiempo. En cuanto a los baños, se recomienda limitarlos a cuando sea estrictamente necesario, con una regularidad de un mínimo de mes y medio entre baño y baño. Tanto al cepillarlo como al bañarlo se recomienda revisar el pelaje del animal para comprobar si tiene algún parásito externo como pulgas o garrapatas, o si hay espigas entre sus almohadillas, las orejas o la nariz, que son molestas y dolorosas si se clavan.
Los mucuchíes son, como hemos mencionado anteriormente, perros de tradición guardiana, habiendo cumplido siempre tareas de vigilancia en fincas y hogares. Por ello, al ser perros de vigilancia, llevan en su instinto el ser desconfiados con aquellos que no son conocidos. Esto puede ocasionar reacciones violentas o desagradables ante visitas o durante los paseos, por eso se hace muy necesario realizar un entrenamiento específico centrado en la socialización. En este sentido, se aconseja realizar una socialización temprana, es decir, cuando el animal es aún un cachorro, aunque eso no quita que se pueda socializar a un perro cuando es adulto.
Además de la socialización, esta raza no necesita mucho más adiestramiento específico más allá de aprender las órdenes básicas y las necesarias para realizar sus tareas, pues no será el mismo adiestramiento para un perro de compañía, que estará más centrado en este caso en la convivencia familiar, que el de un perro guardián. En cualquier caso, estamos ante un can que aprende rápido y que acostumbra a mostrar mucho interés durante las sesiones, por ello es fundamental aprovechar esta predisposición para educarlo y adiestrarlo mediante actividades y juegos. El refuerzo positivo siempre es la mejor opción a la hora de adiestrar a un perro de cualquier raza o mestizo.
La salud de un perro de la raza mucuchíes es bastante sólida, puesto que no existe un registro que muestre que tenga enfermedades congénitas. Eso sí, dado su gran tamaño puede desarrollar afecciones articulares típicas de razas gigantes y grandes, como es la displasia de cadera. En este caso, lo mejor es la prevención, por lo que es recomendable realizar chequeos radiológicos periódicos para poder detectar anomalías articulares de forma precoz.
Aparte de lo anterior, lo único que necesita el mucuchíes para estar saludable es realizar visitas regulares al veterinario, en la que se realicen chequeos generales que incluyan vacunaciones y desparasitaciones periódicas. Así, se puede mantener protegido al mucuchíes de enfermedades víricas y bacterianas tan serias como la letal rabia.
El perro mucuchíes no es un perro muy común salvo en determinados países, como por ejemplo Venezuela, donde es especialmente popular y abundante. Por ello, quizás resulte una tarea complicada adoptar un mucuchíes si nuestro país de residencia no es uno de esos en los que es más habitual encontrarlo. Sin embargo, recomiendo acudir a asociaciones y refugios cercanos a nuestro lugar de residencia para informarnos sobre los animales que buscan hogar, y quién sabe, quizás podamos encontrar uno de estos canes allí.
Sea como fuere, lo importante es ser consciente de lo que implica adoptar, viéndolo como un compromiso de por vida, hasta que el animal se vaya después de una vida llena de amor y cariño. No son un juguete, por lo que decidir adoptar un animal ha de ser una decisión muy meditada y sopesada.