Shikoku inu
El shikoku inu forma parte del grupo de los perros de tipo spitz, como el spitz alemán o el shiba inu, que junto al spitz finlandés son algunas de las razas caninas más antiguas del mundo.
En el caso del shikoku inu, al no ser una raza tan extendida ni popular, pues únicamente se suele encontrar en determinadas regiones de Japón, es bastante el desconocimiento sobre ella.
Tamaño:Mediano.
Altura:45-55.
Peso adulto:10-25.
Actividad física recomendada:Alta.
Ideal para:Casas,Senderismo,Caza y Deporte.
Tipo de pelo:Medio,Duro y Grueso.
Su nombre puede servir de indicio para saber que el shikoku inu es una raza de origen japonés. En concreto, la cuna de la raza shikoku se encuentra en la región montañosa de Kochi, motivo por el que al principio su nombre era kochi ken (o lo que es lo mismo, perro de Kochi). Esta raza es muy relevante en esta región, tanto es así, que incluso fue declarada como monumento nacional en 1937. Su estándar oficial fue redactado por la Federación Cinológica Internacional en 2016, aunque la raza ya gozaba de su reconocimiento desde 1982.
En los comienzos existían tres variedades de esta raza: hata, awa y hongawa. Los awa no tuvieron muy buen destino, pues desaparecieron por completo durante la Segunda Guerra Mundial. Las otras dos variedades siguen existiendo, aunque mientras que los hata son más robustos y sólidos, los hongawa se mantienen más fieles al estándar, siendo más elegantes y ligeros. Los shikokus hongawas pudieron mantener una línea más pura debido principalmente a que la región homónima es bastante remota y se encuentra aislada de otras poblaciones.
El shikoku inu es un can de tamaño mediano, con un peso estándar de entre 15 y 20 kilogramos. Su altura a la cruz es de 49-55 centímetros en los machos y de 46 a 52 en las hembras, siendo la ideal 52 y 49 respectivamente, pero aceptándose una variación de unos 3 centímetros arriba o abajo. La esperanza de vida del shikoku inu se establece entre los 10 y los 12 años.
Adentrándonos ahora en las características del shikoku inu referentes a su forma física, su cuerpo tiene un aspecto proporcionado, con unas líneas muy elegantes, un pecho amplio y profundo, que contrasta con un vientre más bien recogido. Su cola, de implantación alta, tiene un gran grosor y suele presentarse en forma de hoz o de rosca. Las extremidades son fuertes y presentan una desarrollada musculatura, así como una leve inclinación con respecto al cuerpo.
La cabeza es grande en comparación al cuerpo, con una frente ancha y un largo hocico en forma de cuña. Las orejas son pequeñas y triangulares y están siempre erguidas inclinándose solo levemente hacia el frente. Los ojos del shikoku inu son de una forma casi triangular, puesto que presentan un ángulo de inclinación de la parte exterior hacia arriba, son de tamaño mediano y de color siempre castaño oscuro.
El pelo del perro shikoki inu es denso y tiene una estructura bicapa, con una capa inferior lanosa, densa pero muy suave y una capa exterior algo menos densa y de pelo más largo y duro. Esto le proporciona un genial aislamiento térmico, especialmente ante las bajas temperaturas.
El color más frecuente en los ejemplares de shikoku inu es el sésamo, que consiste en una combinación de pelos rojos, blancos y negros. En función de qué colores se combinen existen tres variedades o tipos de shikoku inu:
-Sésamo: blanco y negro a partes iguales.
-Sésamo rojo: base roja mezclada con pelos negros y blancos.
-Sésamo negro: predomina el negro sobre el blanco.
Una curiosidad sobre los cachorros de shikoku inu es que, dadas sus características compartidas con otros perros spitz de origen japonés, suelen confundirse con estas otras razas. De hecho, es bastante común confundir los shikokus y los shibas inu. Esto es especialmente frecuente en etapas preadultas, cuando suele ser más fácil distinguirlos. Un dato clave para diferenciar al shikoku de otras razas es su pelaje, que suele ser principalmente de color sésamo.
De cachorro, un shikoku es muy tozudo y solo quiere jugar y jugar hasta caer rendido. Esto lo hace ser implacable en la búsqueda de juego, tratando de lograr atención por medio de cualquier herramienta que se le ocurra. Además, como con cualquier tipo de perro, lo recomendable es no separarlo de su madre hasta que esté completamente desarrollado y ella le haya podido brindar las primeras dosis de socialización y enseñanzas básicas. Aunque este proceso deberá continuar después de su separación de la madre, puesto que es fundamental ofrecerle una adecuada educación y socialización.
Un shikoku inu suele ser un perro de carácter fuerte, pero muy benévolo. Se trata de una raza entrenada desde hace siglos para la caza y la vigilancia, por lo que no es de extrañar que presente una increíble capacidad de atención y una alerta continua. Es, además, un perro muy astuto y activo. Sí, el shikoku inu es muy muy activo, rebosa energía por los cuatro costados, por lo que está completamente contraindicado para personas mayores o de vida sedentaria, así como para pisos de tamaño muy pequeño. Necesita actividad prácticamente a todas horas, es incansable y precisa realizar ejercicio diario.
En cuanto a su forma de comportarse con los demás, es muy receloso con los extraños, por lo que tiende a mostrarse frío y distante, casi se diría que con miedo, pudiendo responder de forma agresiva ante cualquier “ataque”, es decir, algo que considera un ataque. La convivencia se hace difícil con otros animales, tanto si son de otras especies, pues suele verlos como una presa, como si son otros perros, ya que es el shikoku inu es de carácter dominante y puede llegar a pelearse con ellos, especialmente si es macho.
Sin embargo, con su familia es leal y dedicado, aunque es un perro independiente, no deja de querer con locura a los suyos y siempre vela por su seguridad. Equilibra perfectamente el acompañar a los miembros de la familia a lo largo del día en sus actividades, pero sin resultar intrusivo. Esto puede hacer pensar que es un perro que se mantiene distante y frío, pero lo cierto es que adora a su familia, a quien protege a toda costa.
El pelaje denso y bicapa del shikoku necesita al menos 2-3 cepillados semanales, solo así se puede asegurar que se esté eliminando correctamente la acumulación de pelo muerto, polvo y cualquier tipo de suciedad. Además, es una forma de corroborar que no haya parásitos, como las pulgas o las garrapatas, adheridos al cuero cabelludo del animal.
Pero, sin duda, la mayor atención a la hora de saber cómo cuidar a un shikoku inu recae sobre la necesidad de ejercicio. Estos perros necesitan ejercitarse cada día, siendo aconsejable que la actividad sea de moderada a intensa, para mantenerse equilibrados y saludables. Algunas ideas aparte de paseos activos son la realización de deportes especialmente diseñados para perros, como los circuitos de Agility, o simplemente que nos acompañen en actividades como el running o el senderismo.
Por supuesto, no debemos descuidar su alimentación, que debe ser de calidad adaptada a su nivel de actividad física, ni la estimulación mental. Así pues, los juegos en casa y los juguetes de inteligencia son igual de importantes que la necesidad de correr.
Dadas las características que ya hemos mencionado sobre el carácter del shikoku inu, muy marcado y fuerte, podemos pensar que adiestrarlo será casi imposible. Pero nada más lejos de la realidad, pues si se hace adecuadamente responde al adiestramiento de una forma sorprendente y puede aprender de forma rápida y efectiva.
Este aprendizaje veloz se ve fuertemente favorecido por su gran inteligencia y su perseverancia. Hay que tener siempre en cuenta una premisa fundamental: jamás castigar o tratar de forma agresiva a un perro, ni al shikoku ni a ninguno otro. Esto resulta imprescindible tanto a la hora de educarlo como de adiestrarlo, ya que si se castiga o agrede a un shikoku lo único que se consigue es que se muestre distante y receloso, perdiendo la confianza y rompiendo el vínculo. El animal dejará de confiar en su entrenador y esto conlleva que no aprenderá absolutamente nada de lo que se le intente enseñar. Por este motivo, es vital basar los entrenamientos en técnicas respetuosas con el animal, pues además de ser más efectivas no generan malestar ni en el perro ni en el adiestrador. Algunos ejemplos de estas técnicas son el refuerzo positivo o el uso del clicker, que resulta muy útil en el refuerzo de las buenas conductas.
Además de tener en cuenta las técnicas que se deben utilizar a la hora de educar y adiestrar, es preciso decidir entre toda la familia las normas del hogar para ser coherentes y no confundir al perro. Así mismo, es importante ser constante, paciente y ordenado, ya que es mejor ir poco a poco y evitar querer enseñar todas las normas a la vez. Igualmente, una vez iniciado el adiestramiento, se recomienda optar por sesiones cortas pero repetitivas a lo largo del día.
El shikoku inu es un perro que goza de buena salud. Sí suele presentar un problema bastante común, este se debe a la densidad de su pelaje, incompatible con climas cálidos. Si las temperaturas son altas, es frecuente que los shikokus sufran de shocks térmicos, más conocidos como golpes de calor.
Otras de las enfermedades del shikoku inu son las congénitas, como por ejemplo la displasia de cadera y la luxación patelar, frecuentes en perros de estos tamaños. También son más frecuentes debido a la realización de ese ejercicio intenso que necesitan, que a veces incluso aumenta el riesgo de sufrir una peligrosa torsión gástrica, que de no ser tratada resulta letal. Otras afecciones pueden ser el hipotiroidismo y la atrofia progresiva de la retina.
Todas las patologías mencionadas pueden ser detectados si realizamos las convenientes visitas regulares al veterinario para realizar chequeos periódicos, vacunaciones y desparasitaciones.
Si estamos fuera de Japón hemos de asumir que la adopción de un shikoku inu es muy complicada. Esto se debe a que la raza no se ha expandido mucho más allá de sus fronteras niponas natales. Por ello, encontrar un perro de la raza shikoku inu es prácticamente imposible fuera de Japón. Solo se ven en Europa o América ejemplares exportados, frecuentemente con la finalidad de que participen en exhibiciones y eventos caninos.
Pero si por un casual encuentras un ejemplar de shikoku inu y quieres adoptarlo, te recomendamos tener muy en cuenta sus características y necesidades. Por ejemplo, hay que tener muy en mente que necesita mucha actividad y que no es un perro pegajoso ni busca la atención constante. Tener en cuenta esto nos permitirá, en el caso del shikoku o de cualquier otra raza, realizar una adopción responsable. Para ello, recomendamos acudir a protectoras de animales, asociaciones y refugios.