A sangre fría
Guerra química
Algunas especies de lagartos cornudos que viven en los desiertos de América del norte, como los Phrynosoma Cornutum, lanzan pequeños chorros de sangre de los senos que rodean sus ojos ante el ataque de zorros. Esta respuesta es menudo efectiva y disuade al depredador.
También algunas especies de salamanquesas australianas, como la diplodactylus ciliaris, han desarrollado un sistema de defensa química en la cola, cuyos músculos contraen cuando son atacadas, lanzando hacia arriba y hasta 50 centímetros de distancia un mucus tóxico producido por unas glándulas especializadas.
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