Alas y aletas
Contra lo que pudiera penarse, muchas especies de tiburones no maniobran bien en el agua y los peces rápidos escapan con facilidad de sus ataques. Los peces óseos tienen sobre ellos la ventaja de poseer aletas plegables que les permiten maniobrar mejor.
Las aletas dorsales de los tiburones, como en todos los peces, cumplen la función de mantener una natación estable e impedir desviaciones indeseadas de la dirección de avance. La cola asimétrica produce, al oscilar, un movimiento de avance, pero también tiende a elevarse, lo que provoca el hundimiento del tercio anterior cuerpo. Las aletas pectorales rígidas compensan esta tendencia ayudadas por la forma algo aplanada de la cabeza.
Las rayas y torpedos, por lo contrario, regulan sus desplazamientos mediante movimientos ondulatorios de las aletas, de forma similar a como se desplazan las aves, y el despegue del fondo, sobre el que reposan con frecuencia, se produce tras un fuerte «aleteo» inicial.